Cambiar a Proença por López fue una cacicada de la FIFA

El cambio de árbitro en la final del Mundialito de Clubes fue una cacicada de la FIFA. El colegiado designado, el portugués Pedro Proença, fue sustituido por el guatemalteco Walter López sin ninguna razón legal y sin más argumento que la presión del presidente del San Lorenzo de Almagro, Matías Lammens.

Según el Reglamento del torneo, el portugués cumplía requisitos para pitar la final. El artículo 23, publicado por la FIFA, es nítido: “La Comisión de Árbitros de la FIFA nombrará el árbitro. Deberá ser internacional y no pertenecer a ninguna asociación de la que provenga uno de los clubes que disputen el partido”. Por asociación se entiende del mismo país que uno de los clubes, ya que la FIFA tiene 209 asociaciones (los 209 países miembros) y seis confederaciones: UEFA (Europa), CAF (África), AFC (Asia), CONCACAF (Norteamérica, Centroamérica y Caribe), CONMEBOL (Sudamérica) y OFC (Oceanía).

El cambio de Proença por Walter López es consecuencia de la pérdida de influencia de España en la Comisión de Árbitros de la FIFA. Ángel Villar fue presidente de ese comité hasta octubre de 2013, momento en el que fue sustituido por el irlandés Jim Boyce. Pese a que tiene 28 miembros, no hay ningún español. Sí está el argentino, Jorge Romo, que remó a favor de Walter López y no de Proença. Romo, que nunca fue árbitro, presidió durante 20 años el estratégico Comité de Árbitros de la AFA gracias a su amistad con Grondona, el que fuera delfín de Blatter.