Ultras en Valencia y Villar enfurruñado

Ayer hubo nuevas detenciones en relación con la gran pelea del Manzanares y la muerte de ‘Jimmy’, el desdichado ultra coruñés. Se produjeron en Valencia. Ya ven: Valencia, Madrid, Talavera, Seseña, Cuenca, Ávila, Gijón y A Coruña, y no sé si me olvido de alguna, han visto detenciones en relación con el caso. Eso da idea de la magnitud del disparate y de lo ajenos que estábamos al volumen que estas cosas pueden alcanzar. Las detenciones son una buena noticia salvo, claro, para los familiares de los detenidos y para ellos mismos. Pero lo son para el resto porque esto debe marcar un antes y un después.

Mientras, en Madrid, Villar por fin se dejó ver y digamos que para meter la pata. Por la tarde se aprobaron, más o menos, con reticencias por su parte (algo habrá que retocar) las medidas que se disponen para el futuro. En su día fueron consensuadas con sus tres enviados, presidentes de regionales, a los que ha dejado mal. Aparte de eso, se saca de la manga una Comisión de Trabajo, órgano de nueva creación que parece no tener otra razón de ser que el desplante de dejar fuera de ella al CSD. O sea, al Gobierno. Villar anda emberrinchado con Cardenal y lo que de verdad le preocupa es eso.

Está quedando mal, porque de lo que hablamos es de orden público. Y ya me temo que lo que hace lo hace no sólo por su enfado previo con Cardenal, que también, sino porque en su extravío crónico no ha concebido el problema de los ultras como lo concebimos todos los demás. El disparate del Manzanares ha creado una especie de ‘Espíritu de Ermua’, de ‘todos a una’ para acabar con esto de una vez. Menos Villar. Le veo en la mentalidad de sentir al fútbol culpabilizado por algo que no es suyo, cuando sí lo es. Los ultras son del fútbol y esto consiste en echarlos. Pero él se dedica a poner palos en las ruedas.