Aunque aún queda para que arranque el Mundial 2015, el 29 de marzo, en Qatar, muchos me preguntan a quién veo como gran oponente para el intratable Márquez. Y lo tengo claro: el mayor rival de Marc, visto 2014, es el propio Marc, porque no hay otro igual, y si se despista algo entonces lo será un chaval de 36 años, llamado Rossi. A Pedrosa le perdí la fe definitivamente desde que le pasara por encima su compañero en el Repsol Honda ya en 2013 y el Lorenzo de este año no podría con su propia versión del curso anterior, la que al mismo tiempo tampoco pudo con un Márquez debutante en MotoGP.

Sin embargo, en el caso de Jorge, además de avalarle dos títulos de la clase reina, es obvio que en cualquier momento puede volver por sus fueros. Ya fue capaz de plantar cara, primero, y batir, después, a un Rossi en su máximo esplendor. Eso sí, a aquel Valentino le admiraba, pero no le rendía la pleitesía que ahora muestra ante Márquez, diciendo que es excepcional y sin importarle flagelarse en público al recordar la paliza que les ha dado a todos. Entre caníbales, y lo son, no conviene pasarse de amable, porque te volverán a morder otra vez.