Con ocasión del encuentro Madrid-San Lorenzo en Marrakech, tuve ocasión de escuchar algo insólito en boca de aficionados argentinos: “Messi es nuestro Messi, nuestra bandera argentina, pero reconozcamos que Cristiano ahora es el número uno”. Si hasta aquí ha llegado la onda expansiva del fútbol del crack madridista, será que ya no hay discusión: es el más grande.

También hace días, en la Gala de AS, Pellegrini me dijo: “El Kun es un espectáculo con el balón, un fuera de serie. Pero no transmite al equipo la furia competitiva de Cristiano. Eso es otra cosa”. Y escuché a Florentino en una ocasión reciente: “Cristiano es el heredero de Di Stéfano”. Sé que me meto en terreno pantanoso si le subo un peldaño a ‘hermano gemelo’ de La Saeta. Entiéndanme la osadía, pero es que un ‘animal’ del fútbol como este no lo he visto en directo en mi vida.