España hace dos plenos del tirón

Cuando ocurrió por primera vez en 2010 nos pareció un sueño. Jorge Lorenzo, Toni Elías y Marc Márquez lograron para el motociclismo español el hito de conseguir el pleno de títulos en el Mundial. La magnitud de la gesta se refrendó cuando comprobamos que en las dos siguientes temporadas no se pudo repetir. Fue así como tuvimos que esperar hasta 2013 para volver a disfrutar de semejante baño de gloria, protagonizado por Marc Márquez (ahora en MotoGP), Pol Espargaró y Maverick Viñales. Los aficionados a las motos, al deporte, volvíamos a ser felices y saboreamos el éxito como algo que quizá tardaría en repetirse. Pues no. Han sido dos plenos del tirón, con el de este año obra otra vez de Marc acompañado por Rabat y su hermano Álex.

Varias son las conclusiones que se pueden vislumbrar de esta hegemonía nacional en los grandes premios. Desde que muchas cosas se han estado haciendo bien en este país para sacar a la luz ese talento, a la trascendencia que la figura de Marc Márquez tiene y tendrá al respecto (por algo ha estado presente en los tres plenos), pasando por la regeneración constante de nuevos valores, la aportación esencial de los patrocinadores, el apoyo de la afición o las ventajas de vivir en un lugar soleado y amable como nuestro país. Sin embargo, para mí tan importante como lo anterior es valorar en su justa medida la grandeza del logro, evitar que el hábito del triunfo empañe su mérito y, por supuesto, disfrutar de todo ello desde la certeza de que no durará para siempre.