Torres: el cotillón antes de la cuesta

Torres regresa al Atleti en forma y manera de símbolo, de referente. Así lo claman club y afición aunque en los siete años transcurridos desde su marcha han tenido lugar algunos de los más importantes sucesos de la historia del club. En realidad, la frase de ayer del Niño resume el fenómeno rojiblanco alrededor de un jugador que abandonó el club con 23 años: “El cariño que la afición me ha dado siempre ha sido desproporcionado.”

Su denominación de origen atlético es un orgullo para la entidad, como atestigua su dorado currículum. La conveniencia de su llegada o de la ingeniería financiera de la operación será otra cuestión porque juntar tres “nueves” de la inversión de Mandzukic, Torres y Jiménez en un equipo que sólo juega con uno, abre un jeroglífico apasionante ante la resolución que le pueda dar Simeone. El Cholo está por encima de todo este traqueteo terrenal. Los últimos movimientos de la plantilla (Oblak, Siqueira, Cerci, Jiménez…) no parecen un festival de tino pero cerrando el 2014 el equipo se mantiene en condición de pelear las tres grandes competiciones. En una semana el efecto Torres pasará a ser un poso de edulcorante en el fondo de la taza cuando haya que jugar dos partidos contra el Madrid y uno contra el Barça en el transcurso de ocho días.