Arranca el mercado de enero y me temo que todo lo importante que tengamos que ver ya lo hemos visto. Me refiero a las adquisiciones del Niño Torres por el Atlético y la de Enzo Pérez por el Valencia. Más allá de eso, poco se va a hacer. Puede ser que el Madrid refuerce algo su medio campo, donde se ha quedado algo corto si comparamos con la excelencia de la plantilla, pero no es seguro que lo haga. El Barça, ya lo saben, está atado de pies y manos por la FIFA, incapacitado para comprar durante dos ‘ventanas’, ésta y la del verano. Del resto, la mayoría anda muy justa para cumplir la ‘Ratio Tebas’.

La ‘Ratio Tebas’ es una ecuación que tiene en cuenta ingresos, gastos y deuda. Una gatera por la que pocos caben. Tiene la virtud de haber producido de verdad un movimiento del fútbol en la dirección correcta por lo que a control financiero se refiere. Tiene de malo que no todos están seguros de que se aplique siempre con el mismo rigor. El Getafe, al fin y al cabo, se resistió a quitarse a Pedro León y tras vueltas y revueltas ya lo puede alinear. Mientras, el Elche se conforma con una plantilla corta, de sólo veinte elementos, en la que además varios jugadores tuvieron que aceptar bajarse el sueldo.

Y es posible que ahora levante alguna polvareda la llegada de Torres, una operación a cambio de Cerci en la que sale más de lo que entra en una espesa nube de ingeniería financiera. No hay queja sin embargo con el Valencia: Lim ha reestructurado la deuda con Bankia y eso le permite tener este remango para hacerse con Enzo Pérez. Margen para fichar tienen los dos vascos y pocos más. En dos tercios de la Primera División, cualquier entrada tiene que ir precedida de una salida que equivalga en costo a la novedad. Entre unas cosas y otras, se esperan menos movimientos que el enero pasado.