A Gil Manzano se le puso el partido duro de inicio. En la primera entrada dura a Bale fue Ramos el que se lanzó a por él. Le debió parar con tarjeta. Se pasó en su actitud, nada deportiva. Estaba revolucionado, como demostró en algunas de sus acciones después. Sacó siete tarjetas en la primera parte. Todas justas menos dos, las de Enzo Pérez e Isco (aunque a ambos fuera por reiteración de faltas). Acertó en el penalti pitado por mano de Negredo en el 12’. El delantero extendió el brazo para ocupar más espacio. Fue el asistente quien le avisó. En el 25’ Bale chutó a bocajarro y el balón dio en la mano a Orbán, pero tenía el brazo en una posición normal. No fue penalti.

En la segunda parte, dos pequeños errores fueron repartidos por igual para los dos equipos. No hubo jugadas conflictivas, aunque sí acciones de peligro en ambas áreas, lo que le supuso tener que estar concentrado en todo momento. No influyó en el resultado. Se puede ir tranquilo a pesar de las dificultades por las faltas.

 Penalti claro...

Minuto 12. Kroos saca una falta lateral, Bale prolonga y Negredo toca en el área con la mano extendida. Fue penalti claro.

...y este no fue

Minuto 25. Bale hace un centro chut que da en la palma de la mano de Orbán. El brazo está casi pegado al cuerpo. No hay nada.