Los playoff siempre les esperan

Hablábamos la pasada semana de la crisis del Madrid en el baloncesto, cuando va el Barcelona y suma su tercera derrota seguida ante rivales teóricamente inferiores. El martes fue en Santiago, ante el Obradoiro; el viernes, en Berlín, ante el Alba; ayer, en Bilbao, ante un equipo que plantó cara con Raúl López, Mumbrú y Hervelle, quienes hace tiempo dejaron de valer para el Madrid, que va saliendo del bache con apurillos. Tras vencer en Belgrado también lo hizo en Andorra, y como lo único que le valen son las victorias, se abre un periodo de tranquilidad. Me dirán que en el Barcelona también sólo valen las victorias, pero no es así. El año pasado, a estas alturas, llevaba las mismas derrotas en la Liga que ahora: cinco. Y hace dos temporadas, más aún: siete.

El Barcelona pierde, y no pasa nada. Las derrotas a mitad de temporada no cuestionan a Pascual. Hay otra cultura. Saben que los títulos se disputan al final, y tienen paciencia. Laso ha intentado seguir el mismo camino, rebajando el ritmo, mas las derrotas han traído la inquietud. No es que se pierdan partidos intencionadamente, pero hay una explicación. La dio Plaza en una entrevista de Marca: “En el Madrid o el Barcelona tu horizonte lo ves más lejos. Ellos miran por encima del muro, a más largo plazo, cuando tienen que estar bien”. Cierto. Para el Unicaja, el Bilbao o el Andorra, en cambio, el mañana es hoy. Juegan con otra mentalización, y ganan, porque no tienen otro objetivo. Los grandes, por su parte, no tienen prisa. Los playoff siempre les esperarán.