McLaren tiene la misión de convencer a la FIA

McLaren ha confirmado que piensa reunirse con la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) para discutir sobre el nuevo escenario que ha provocado el vacío reglamentario referente a la congelación de las unidades de potencia de cara al próximo Mundial de Fórmula 1. Y desde luego que deben hacerlo, porque la pifia de quienes redactaron la normativa puede perjudicar seriamente a sus nuevos socios de Honda y, en consecuencia, a todo su proyecto y las aspiraciones de sus pilotos, Fernando Alonso y Jenson Button. Estoy de acuerdo en que el debut del fabricante japonés deba concretarse en condiciones idénticas a las del resto de los proveedores en 2014, es decir, homologando su motor antes de los primeros entrenamientos de pretemporada y sometiéndose a las mismas limitaciones de evolución.

Lo que ya no me parece tan razonable es que McLaren-Honda sufra las consecuencias de un error que es de responsabilidad exclusiva de la FIA. La brecha que puede abrirse a lo largo del año (sobre todo con la llegada de los grandes premios a Europa y la incorporación de mejoras por parte de Mercedes, Ferrari y Renault) representa un escollo serio para Honda, que pasa de depender del acierto propio con su nuevo motor a enfrentarse a la incertidumbre de cuánto podrán progresar sus rivales durante los próximos meses hasta agotar, sin límite de tiempo, los créditos que el reglamento les autoriza. Parece bastante evidente que se consuma así un agravio comparativo, una discriminación hacia los recién llegados que no estaba contemplada. Así que creo que McLaren debería hacer valer todo su peso específico en este deporte para presionar o convencer a la FIA y encontrar una alternativa a este condicionante tan serio. Veremos si lo consiguen…