El día que Torres vuelve al Calderón tenía que ser un derbi

Derbi. No es un derbi más el de hoy. Es un partido que da plusvalía a una competición deteriorada. Es un choque de personalidades. Es un pulso de estilos. Es un sólo vale ganar. Y es una apuesta imprevisible entre las grandes piezas blancas y el equipo rojiblanco.

El debut. Ancelotti ha dicho que Torres sin jugar ya aporta “entusiasmo” al Atleti. El Niño será titular porque está físicamente perfecto. Y sólo queda medir si hay más responsabilidad o presión en su juego. Porque como grupo que se nutre de símbolos, está alimentado para otra buena temporada.

Capotazo. Ancelotti defiende a Luis Enrique por la solidaridad del gremio y la elegancia de quien no echa sal en heridas. Pero el lío es importante. O los jugadores tiran hoy hacia delante, apuestan por lo deportivo y las tres competiciones en las que están o están perdidos. Porque de Messi se sabe hasta cuando sigue al Chelsea en Instagram. Mañana no se va a Londres, pero es una llamada de atención de quien sí gana partidos y competiciones. Es la batalla perdida de los entrenadores con los jugadores.

Símbolos. Ha ganado todo menos La Premier con el Liverpool y, salvo milagro, se irá sin ella a la MLS. Centrocampista ofensivo, defensivo, incluso lateral derecho. Lo que haga falta por el red de su camiseta. Futbolista en extinción que no podría jugar en otro club de Inglaterra. Un símbolo de esos que se admiran no sólo desde The Kop, la mítica grada de Anfield, sino por todo aficionado al fútbol.

Vesania. Dos ligas, una copa y unos octavos de final de la Champions por segunda vez en la historia del club en menos de dos años. Ese es el currículum de Míchel en Olympiacos y es despedido. Marinakis, su presidente, empresario naval del mismísimo Pireo que despierta y duerme por su equipo cada día, ha tomado una decisión drástica por el cabreo que le producía ver al equipo segundo en liga. En la jornada 16, a falta de 18 y a un punto del PAOK, remontando con cuatro victorias en los últimos cuatro partidos mientras el rival perdía dos. Hoy Nikopolidis tiene que dirigir al equipo en el partido de copa contra el Fostiras. Míchel y Rafa Alkorta ya se despidieron por la tarde de los jugadores. En Atenas queda Marinakis y su vesania, bonita palabra, pero sinónimo de locura.