Amigo, como el espíritu navideño todavía perdura en mi corazón, recojo tu intento de fair-play y abrazo tu propuesta de reeditar esta noche en el Calderón el Espíritu de Lisboa. Se trata de que el fútbol sea una fiesta en la que todos, los de un equipo y los de otro, se limiten a animar a los suyos dejando aparcados los insultos y los malos rollos.

Además, veo que entregas la cuchara y das por hecha vuestra eliminación. Eso de que sólo os importa la Liga y la Champions es un camelo. No cuela, Manolete. Lo que pasa es que asumes que el fondo de armario de nuestra plantilla es muy superior a la de tu Atleti, y mira que este verano os habéis gastado 110 millones de euros en fichajes tan rimbombantes, entre otros, como el tal Oblak (buen portero, mejor persona), Cerci (ya pasaportado en Milán) y el manito Raúl Jiménez. Gastáis casi tanto dinero como nosotros, pero parece que os ha asesorado Zubi...

Eso sí, estate tranquilo porque juega Torres. Es verdad que el chaval nunca tuvo grandes tardes de gloria contra el Madrid (Casillas podría escribir un libro para explicar las razones), pero se os ve tan entusiasmados que da la sensación de que esta noche juega en el Calderón una clonación de Gárate, Van Nistelrooy, Van Basten, Romario, Hugo Sánchez y Santillana fundidos en una misma pieza. Yo alucino. Pero entiendo que ayer fue la lotería de El Niño y el Gordo cayó en Leganés, no muy lejos de Fuenlabrada. Habrá que ser prudentes porque Torres va a salir con un estímulo que puede complicar la velada a Keylor...

Pero no te hagas líos, Manolete. El que sale seguro es Cristiano, que en el Calderón ya firmó un hat-trick ante Courtois. Después de lo de Valencia, saldremos a tope. Somos los actuales campeones de Copa. Y vamos a defender la corona con grandeza. Con Torres, sabrá mejor la victoria.