En qué momento se jodió el Perú

Esa mirada de Pep Guardiola escuchando hablar a Andoni Zubizarreta en la conferencia de prensa de la despedida del mejor entrenador que ha tenido el Barça de la era Cruyff marca el momento de inflexión más grave de la historia del club. En ese momento se puede decir, parafraseando el famoso motto de la novela Conversación en La Catedral de Vargas Llosa, se jodió el Perú (“¿En qué momento se jodió el Perú, Zavalita?)…”

En la mirada está clara la reacción de Pep: el director deportivo que había llegado al club con él, y que con él estuvo en el campo en épocas gloriosas, aprovechaba que el Pisuerga de su despedida pasaba por allí para anunciar que el club, todopoderoso, ya tenía decidido quién era el sucesor de Guardiola. Y no estaban allí para eso, estaban para decirle adiós a Guardiola, no para que el club sacara pecho. Zubizarreta sacó pecho por Rosell, Guardiola miró, incrédulo, alzó la vista, varió la posición de los ojos, y esa señal final con la mano, cuando ya la despedida estaba hecha, es un “no me jodas” clásico entre amigos uno de los cuales ha perdido el décimo de confianza que les había tocado en la lotería de la vida.

Ese gesto mostraba reacción a una falta de respeto. Fue la divisa de Rosell: la falta de respeto al patrimonio que el club fue creando: primero le quitó el honor a Cruyff, lo despojó de la presidencia honorífica que le había dado Laporta al estilo del rescate ad honorem que Florentino hizo de don Alfredo en el Madrid. Y después se produjo ese desaire, mucho más que protocolario, ante el futbolista que construyó un Barça­ que parecía un edificio inteligente de alto valor artístico. Como lo fueron desplumando de honores y de respetos, el club se ha deshinchado.

La escenografía final, este horror show al que estamos asistiendo, no es sino consecuencia de esa cuesta abajo a la que sometió Rosell al Barça. Los despojos los recogió Bartomeu, los redujo Zubizarreta a cenizas y ahora el equipo pena que da pena. Pues fue en aquel momento, cuando se produjo aquella mirada de Pep, cuando se jodió el Perú, Zubizarreta.