El penalti de Ramos fue infantil, pero muy claro

Clos Gómez acertó en lo más importante. Controló bien el juego en la primera parte y sus asistentes estuvieron bien al anular en el minuto 12 el gol de Bale por fuera de juego. Me gustó que sólo llamara la atención a Simeone. Eso bastó. Y en el aspecto disciplinario, en el 25’ debió amonestar a Mario por una patada a Arbeloa, y pudo guardarse la cartulina a Marcelo en el 27’. Antes, en el 14’, debió amonestar a Raúl García por ponerle la mano en la cara y tirar a Khedira dentro del área cuando se iba a sacar un córner.

La segunda parte fue otra cosa, con el penalti bien señalado en el 57’ en una acción infantil de Sergio Ramos. Se estaban agarrando mutuamente. Pero el madridista le puso las dos manos encima de los hombros y tiró del rojiblanco hasta derribarle. Hubo otra jugada dentro del área en la que se reclamó penalti de Godín en el 86’. No existió. El balón le dio en la pierna y el cuerpo al jugador, no en la mano. Y para finalizar, decir que Arbeloa debió ser expulsado en el 78’ por una entrada con los tacos a la rodilla de Gabi. Tampoco le fue sacada la segunda tarjeta a Ramos en el 86’ por una mano intencionada. Pero Clos debió pensar que ya era suficiente tal y como iba el partido...