Quique se dio cuenta ayer de que lo tendrá ahora tan difícil como hace once años, seguramente más. Que el Getafe pueda o no fichar en el mercado de invierno será determinante, porque la plantilla actual llega muy, muy, muy justa para Primera. Sin medios centros no hay fútbol y el Geta no los tiene. El miércoles el invento fue Diego Castro, ayer aún peor, Alexis, un central. Un doble pivote picapedrero para esperar. Para esperar que el Eibar se pusiera por delante y que después sentenciara el partido. Quique buscó intensidad en el medio. Encontrar fútbol era difícil, había poca elección.

Para colmo, marcó un mito azulón, el máximo goleador del Getafe en Primera, Manu del Moral. Fue como recordar lo que se fue y que ahora representa el Eibar, la humildad llevada al extremo y el éxito de la ilusión permanente. En medio del miedo emerge la figura de Pedro León, el mejor jugador de este equipo sin discusión y que ayer fue titular por primera vez en Liga. Él, la seguridad de Quique y los tres fichajes de invierno cerrados (Aristeguieta, Cala y Marcone), renuevan la esperanza de la marea azul. Calidad existe, pero carencias también. Sobre todo en el medio, y sin medios no hay fútbol.