Marc Coma debería ir a por el sexto en motos

No se trata, desde luego, de meter ningún tipo de presión a Marc Coma cuando todavía debe encontrarse en la nube de sentirse pentacampeón del Dakar. Ya llegará el momento de tomar decisiones (aunque estas cosas tampoco pueden demorarse demasiado, son muchos los intereses cruzados) sobre su futuro en la gran carrera desértica, pero personalmente creo que el piloto catalán intentará igualar el récord de seis triunfos en dos ruedas del francés Stéphane Peterhansel. Quizá si no hubiera conquistado el quinto, el paso a los coches hubiera resultado la opción más probable, pero llegados a este punto no intentarlo quedaría como una incógnita que ya nunca Marc podría despejar. El desafío, me da la impresión, es muy tentador para un piloto ambicioso como él y que, además, se encuentra en un momento de forma absolutamente excepcional.

Esa es para mí la clave del asunto, que Coma sigue siendo tan solvente o puede que incluso más que hace unos años en esta carrera, en la que la experiencia resulta casi tan importante como la rapidez. La forma en la que gestiona la competición, su habilidad navegando, su mimo con la mecánica y la comunión de la que disfruta con su inseparable KTM diría que pueden suplir con creces las pequeñas carencias físicas que, quizá, pudiera comenzar a sufrir. Por supuesto que los años pasan igual para todos y también para el de Avià, aunque se mantiene en magnífica forma, pero ya digo que con la cantidad de cualidades que atesora seguramente necesite esforzarse menos que el resto para conseguir un rendimiento bastante similar. Lo podemos llamar eficiencia o eficacia, lo importante es que de ambas va sobrado nuestro campeonísimo del desierto.