El Depor se achica ante los grandes

Si eres un equipo de la Liga de los pobres y quieres hacerle cosquillas al Barça tienen que suceder muchas cosas. La primera, y más importante, es que los blaugranas tengan el día apático. Eso no sucedió ayer, con un Barcelona enchufado desde el primer minuto como si fuese la prórroga del partido del Atlético. Y lo que es peor, encontrarse con un Messi que está empeñado en demostrarle sobre el campo a Luis Enrique quién es el que manda. La segunda es tener un plan. Lo había, pero exigía intensidad y concentración, algo de lo que careció el Depor. La tercera, es que a nivel individual haya jugadores que se despierten ese día inspirados y luego tengan su noche. Ayer la tuvieron Medunjanin, Cuenca, Juanfran, Oriol Riera... pero espesa, espesa, espesa.

La cuarta es que la fortuna te acompañe un poco, y ni eso, como quedó patente en gol en propia puerta del ofensivo Sidnei. El paso del Barcelona por Riazor dejó un 0-4 y el del Real Madrid un 2-8. Está claro que estos equipos viven en otra dimensión, pero también que el Depor se achica hasta disolverse ante los grandes dejando un pobre rastro. Con todo, el mundo no se acabó ayer, de hecho lo hizo sólo la primera vuelta. Y a este punto llegan los de Víctor Fernández fuera del descenso, que ya es algo. El varapalo de ayer debe ser pasado, y rápido, porque esperan Granada, Rayo y Eibar. El Depor debe olvidar, quedarse con su mejoría anterior y buscar las notas positivas, como el regreso de Lucas Pérez, porque la guerra es todavía muy larga.