Laia Sanz no ha tocado techo

Estupenda la entrevista realizada por Pipo López a Laia Sanz antes de su regreso a España. La piloto parece comenzar a darse cuenta de su proeza: ¡novena en el Dakar! Cualquier equipo firmaría un talón en blanco al piloto que le asegurase quedar entre los diez primeros. En el Dakar lo primero es llegar, algo que sólo logra la mitad de cuantos toman la salida; lo de clasificarse entre los mejores es cuestión aparte. Ni siquiera los más afamados y cotizados pilotos del mundo lo consiguen. Claro, que ellos arriesgan más que nadie pues sólo les vale la victoria; entonces vienen los accidentes y los errores, pero Laia Sanz, para ser novena, no iba precisamente despacio. Coma corrió a una media de 103 km/h.; Laia Sanz, a 97.

Con 29 años, da muestras de una madurez extraordinaria. Dice que le gustaría hacer el Dakar en coche. No porque la moto se le haya quedado pequeña. En absoluto. Es porque en una carrera mixta como el Dakar, el coche permite competir a la mujer en condiciones de igualdad con respecto al hombre. En moto, no, y ya es complicado que se le pueda acercar más. “Puedo mejorar como piloto, pero no sé si puedo mejorar el resultado. Lo veo difícil, porque todo ha ido perfecto este año. He sido constante, no he cometido errores, la moto ha ido perfecta y no he tenido problemas”. O sea, mejor, imposible. Así es de humilde. Pero Laia Sanz no ha tocado techo. Trial, enduro, Dakar... por donde va triunfa. Se ha ganado el derecho a soñar.