Lucas Silva por Khedira e Illarramendi

“El Madrid, si tiene unos días libres, ficha”, me decía un amigo guasón en Córdoba, donde estuvimos en uno de nuestros Encuentros con los Ases, palpando el ambiente feliz de la ciudad. No es tanto, pero es verdad que no se priva de nada si no quiere. Este año se estaba detectando cierta escasez en el medio campo. Lo de Modric se ha notado demasiado. Khedira tiene el cuerpo aún aquí pero la cabeza en otro lado. Illarramendi no le gusta a Ancelotti, eso ya es evidente. Tanto, que se hace extraño que no se le escogiera a él, en lugar de Casemiro, para salir cedido esta temporada.

El caso es que casi todos los minutos de la media se cargaban sobre Isco, Kroos y James, casi exclusivamente. Los tres estaban además haciendo un esfuerzo mayor, porque estaban forzando su naturaleza. Isco y James son mediapuntas, Kroos es un mediocampista llegador. A los tres se les pide complementar unas condiciones naturales con esfuerzos hacia atrás que no estaban en sus hábitos. Lo han hecho requetebién, pero empiezan a acusar fatiga. Kroos incluso lo dijo. Las subidas de Medrán no han sido más que una maniobra de distracción. Al final, Ancelotti ha tirado menos de él incluso que de Khedira o Illarramendi.

Así que viene por fin Lucas Silva. Y no es una improvisación, como malmetía mi amigo cordobés, por una semana sin partido. Es un jugador que llevaba tiempo en cartera, que es razonablemente bueno, que está muy en precio para lo que el Madrid puede permitirse (cuesta menos de la mitad de lo que en su día costó Illarramendi) y viene a completar una línea un poquito maltrecha por las razones que se exponen al principio. Falta ver el salto a Europa, pero tampoco llega como primer espada, sino para los ratos que ya ni Khedira ni Illarramendi le garantizaban a Ancelotti.