Cuarta victoria del Madrid en la segunda fase de la Euroliga. Ante un equipo importante, el Panathinaikos, pero con mandíbula de cristal fuera de casa, donde es el peor equipo de la competición: seis derrotas y una victoria. Ésta, hace dos meses, en la cancha del Turow polaco, eliminado en la primera fase con el balance de una victoria y nueve derrotas. Son victorias, no obstante, que ayudan a reforzar la confianza del Madrid ahora que vienen semanas duras. La Euroliga, por ejemplo, se pone seria, porque llega la salida a Tel Aviv, la visita del Barcelona y de nuevo un partido nada cómodo, en Kaunas. A continuación, la Copa. Compromisos que medirán el auténtico temple de un Madrid que nos tiene despistados esta temporada.

Bourousis sigue sin aparecer. Ayón, ayer, cero puntos en 17 minutos. A un equipo sin pivots no se le puede augurar buen futuro. Le salva Reyes, que hace de Bourousis, de Ayón y hasta de Nocioni. Hubo cinco puntos de Slaugther, pero cuando el partido estaba roto y el Panathinaikos, entregado. Sorprendente, por cierto, ver a un equipo entrenado por Ivanovic bajar los brazos. Chocante también ver a todo un líder de la ACB vapuleado en la Euroliga, allá por donde va. Entre la primera y la segunda fase de la competición, ya son ocho derrotas seguidas del Unicaja. En mal lugar queda nuestra ACB, que presume ser la mejor de Europa. Será que la fase regular le importa un pimiento al Madrid y al Barcelona. Aunque no lo digan.