Córdoba en el corazón

Mereció la pena esperar más de 40 años para ver al Córdoba en Primera. Esta espléndida ciudad ya merecía esa distinción desde hace décadas, pero el infortunio y la mala gestión de algunos dirigentes retrasaron la buena nueva. Ayer nos encontramos al cordobesismo feliz y orgulloso con el proyecto capitaneado por Carlos González en los despachos y por Djukic en el vestuario. Tienen los pies en el suelo y eso les ha permitido desterrar los números rojos y formar un equipo de gente joven y comprometida que han logrado sacar al Córdoba de los puestos de descenso.

La plaza (el salón de actos de Cajasur) estaba abarrotada. Tanto como lo estará el Nuevo Arcángel. El Madrid no debe confiarse ni pensar en la sideral diferencia de los presupuestos de ambos clubes. Cristiano, Bale, Ramos y compañía deben tomarse el partido tan en serio como se lo tomaron en Eibar. El Córdoba no regalará nada y se veía en los rostros de chavales como Florín y Ghilas. El Córdoba tiene hambre y esta ciudad se lo merece todo. Amigos, el año que viene nos volvemos a ver en Primera...