Benzema es el único que se salva

Partido gris del Madrid. Mi memoria no alcanza a recordar un encuentro en el que los de Ancelotti tuvieran tan pocas o ninguna ocasión de gol. Los dos tantos llegaron a balón parado en acciones aisladas y no hubo más. No se generó peligro, ni por el centro ni por banda. No hubo conexión entre los centrocampistas y los delanteros, no hubo control del juego ni posesión, no se ganaron las disputas, la velocidad de balón fue lentísima y faltó agresividad. Ahí el Córdoba, que realizó un gran partido, ganó por goleada a un Madrid que acompañaba con la mirada las acciones de los blanquiverdes. A título individual se salvaron de la quema pocos hombres. Los más destacados fueron Kroos, que se le pudo apreciar mucho más dinamismo que en partidos precedentes y, sobre todo, Benzema.

Fue el único que estaba con la competitividad necesaria, el único que tuvo algo de movilidad para intentar asociarse con los centrocampistas cuando el Madrid estaba atascado, el único que le puso agresividad cuando no tenía la posesión de la pelota y también fue capaz de encontrar el camino al gol. Empató el encuentro cuando no se encontraban soluciones. Un gol de 9, de estar vivo, atento y resolverlo con la rapidez que exigen ese tipo de acciones. Veremos si al Madrid le viene bien jugar sólo un partido a la semana o si echará de menos la competición constante. La primera puesta en escena ha sido el peor partido de la temporada. Puede ser un buen momento para volver al 4-4-2 que tan buen resultado le ha dado a Ancelotti siempre que lo ha puesto en práctica.