Jugando así, el Madrid regresará

En la estúpida mano de Fede Cartabia, pecado de juventud, y en el bote al larguero de Florín murieron los sueños de un Córdoba que estaba volando muy alto, tanto como para merecer una victoria de la que ni siquiera logró rescatar el empate. Durante 85 minutos, el equipo de Djukic jugó intenso, solidario, agresivo y capaz casi siempre de ponerle grilletes al inagotable arsenal ofensivo de un Real Madrid desesperado hasta el desquiciamiento: de muestra, la agresión de Cristiano. Pero mientras el rumano miraba al cielo buscando una explicación a su desgraciada jugada ante Iker y el argentino sacaba el brazo tontamente, la gravedad del fútbol, la calidad y los millones, golpeaba con dureza al cordobesismo. No estaba Cristiano y lo hizo Bale.

Lo tenía claro el entrenador serbio, que le ha puesto una cara diferente, de EQUIPO con mayúsculas, a un grupo que hace un mes muchos daban ya por desahuciado. Ya no son tantos, y menos después de ver lo de ayer, los que apuestan por el regreso blanquiverde a Segunda. Hay portero, una defensa con garra y un ataque capaz. Hay refuerzos en Edimar y Bebé, y alguno que llegará al mediocampo. ‘El Arcanfield’ se ha dado cuenta. Por eso despidió a su gente con aplausos a rabiar. Es duro perder de esa manera pero, jugando así, el Córdoba prolongará su estancia en la élite y, el año que viene, volverá a recibir la visita del Real Madrid. Para volver a soñar con un triunfo.