La mejor España de siempre

La Selección de balonmano lo bordó en el primer tiempo contra Túnez. Recordó a la que se proclamó campeona por dos veces. Ante Croacia en 2005 y ante Dinamarca en 2013. En ambos partidos, los rivales apenas duraron un tiempo: 21-13 con Croacia y 18-10 con Dinamarca. Ayer, 18-9 con Túnez. Y es que cuando la Selección alcanza la excelencia, da igual la categoría del rival. Cualquiera que esté enfrente, sea Croacia, Dinamarca o Túnez, queda despedazado en cuestión de minutos. No hay manera de parar a España cuando se pone seria. Y ayer se puso desde el primer segundo dado el cartel de duros que traían los tunecinos. Si éstos a los 43 segundos ya habían cometido dos faltas, aún no conocían lo que Cadenas llama “territorio hispano”.

Territorio hispano es una franja central entre las líneas de seis y nueve metros, donde cualquier atacante que ose penetrar se va a encontrar hasta cuatro defensores dispuestos a cerrarle el paso a cualquier precio. Tal es así que si la defensa tunecina es famosa por su dureza, la española lo fue aún más en el primer tiempo. Le costó más golpes francos, más penaltis y más exclusiones, pero a cambio dejó claro que por ahí no se pasaba. Y si alguien lo lograra, detrás estaba un tal Gonzalo Pérez de Vargas, toledano para más señas, candidato a ser el mejor portero del Mundial. Después de la excelsa lección de la primera parte, la segunda ya sobró. Lo que suceda mañana contra Dinamarca o Islandia se verá, pero desde luego quien nos toque maldecirá su suerte.