Hoy, en el Calderón, dice Luis Enrique que únicamente se juegan unos cuartos de final de la Copa del Rey y nada más. Perdón, creo que se equivoca aunque lo haga de buena fe porque el técnico se plantea el partido únicamente en su vertiente deportiva. El planteamiento del preparador es el que debe de ser. Ir a jugar un partido que se tiene que ganar y que da acceso a unas semifinales, por lo que no garantiza ningún título. Pero el asturiano no puede mantenerse ajeno al hecho de que desde hace ya demasiado tiempo, la entidad vive pendiente del equipo. A la que el equipo tropezó, se desmoronaron los despachos, se cortaron cabezas por doquier y se convocaron unas elecciones de las que Bartomeu huía como de la peste. Hoy, ante Atlético el Barça juega un partido más, pero para la directiva que todavía sigue fiel al presidente es el acto más importante de la precampaña electoral que hace tiempo que ha empezado Barto por su cuenta con el cinismo del que pide Fair Play a sus competidores.

Desde que anunció la convocatoria de comicios a final de temporada, Bartomeu comparece cada día en los medios. Incluso irá a ver al Papa aprovechando unas fechas en las que tendría que estar en Qatar, pero el banderazo de salida de la precampaña es eliminar al Atlético y plantarse en semifinales de Copa. Eso le acercaría mucho al objetivo de, por lo menos, llegar a una final esta temporada y así retrasar la fecha de las elecciones lo máximo posible.