Un nuevo desafío para Vettel

La próxima temporada de Fórmula 1 se presenta con muchos alicientes. No me atrevería a decir que el interés vaya a centrarse en la lucha por el título (los pronósticos apuntan a la continuidad de la hegemonía de Mercedes) pero sí que habrá otros alicientes relacionados con algunos de los grandes nombres del Mundial. Después de que McLaren desvelará su nuevo proyecto de la mano de Honda y con Fernando Alonso como pilar, turno para la puesta de largo de otra escudería legendaria y con una renovación significativa. Sebastian Vettel toma el relevo del asturiano en Ferrari y lo hace enfrentándose a un desafío extraordinario, quizá el mayor de su vida: abandona Red Bull y es ahora cuando deberá refrendar la categoría que avalan sus cuatro títulos.

Dudar del talento del alemán sería un atrevimiento propio de ignorantes o maledicentes porque su palmarés es taxativo. Sin embargo, más admisible es el argumento que esgrimen algunos sobre las condiciones en las que Vettel ha conquistado sus éxitos, siempre al volante de un coche claramente dominante y con una ventaja mecánica que quizá impidió a sus rivales directos pelear mano a mano con él. Una teoría que ha alimentado la circunstancia de que el pasado año, en la primera ocasión en que su Red Bull no fue un monoplaza volador, su rendimiento resultó discreto y su compañero, Ricciardo, le dejó en evidencia. Así que su llegada a Maranello es una oportunidad de oro para que pueda decantar la balanza hacia un lado u otro. Lo que Alonso hizo con Raikkonen ya lo sabemos todos…