Marcelino sólo sabe multiplicar

Si el Villarreal vuelva a estar de moda es por Marcelino. Tiene un don. Más allá de ganar. Ante la escasez, repite el milagro de los panes y los peces. Sin incidir en sus ascensos con Recre, Zaragoza y el Submarino, o en sus dos clasificaciones para Europa (con la inyección que supone), siempre logró lo que más valora un jugador: sacarle el máximo partido, multiplicar su valor y asegurar el futuro. Sevilla fue su único punto negro.

Tras brillar con él, el Recre sacó por Cazorla el triple de su coste (400.000). Parecido a lo que hizo luego con Sinama (costó 4 y el Atleti pagó 10). En el Racing, ordenó comprar a César Navas ya de vuelta (300.000) y acabó en el Rubin por dos millones. A Duscher (gratis) lo resucitó y se fue por 2,5 millones. Con Garay ya fue la monda: tras costar 1,4, se salió y se fue al Madrid por 10. En Zaragoza devolvió la vida a Gabi. Ahora, el Villarreal dice ‘no’ por Bruno, vende a Gabriel por 20 kilos y hace que Cani sueñe con 33 años. Por eso, llegar al Camp Nou no es un marrón. Es otro escaparate. De ahí que Gio y Vietto puedan ser pareja por primera vez de inicio. Sus dos últimas y grandes compras. Sus dos próximos y millonarios traspasos.