Matthews: se cumplen cien años del nacimiento del primer Balón de Oro

Efeméride. Se acaban de cumplir cien años del nacimiento en Stoke de Stanley Matthews, hijo de una peluquera y de un boxeador profesional. Fue el primer Balón de Oro de la historia, que consiguió con 41 años. ¿El resto del podio? Di Stéfano y Kopa. El primer futbolista nombrado Caballero por la Reina de Inglaterra y el único que recibió ese premio estando en activo. Jugó al máximo nivel hasta los 46 años antes de regresar a Stoke, en la segunda división, donde se retiró con 50 años.

Guión de cine. Se podrían hacer maravillosas películas con los Samitier, Kubala, Di Stéfano, Matthews y compañía. Al inglés se le recuerda todavía por la legendaria final de Copa del 1953 entre el Blackpool y el Bolton. Tenía 38 años y acabó por conocerse como la ‘final de Matthews’, y eso que Stan Mortesen hizo un hattrick. El Blackpool perdía 1-3 35 minutos antes del final. La magia de Matthews permitió darle la vuelta al marcador. 4-3. Stanley obtuvo así su primer título de copa. En el funeral de Mortensen, se le oyó decir a alguien: “Seguro que la prensa le llama también a esto, el ‘funeral de Matthews”.

Salario. Stanley nunca ganó más de 25 euros a la semana (unos mil euros de hoy). Cuando se convirtió en profesional, recibió 15 euros de premio, y siete euros a la semana. cuatro se los daba a su madre para los gastos de la casa que compartían. En el 1947 fue traspasado al Stoke por 15.000 euros, pero no se llevó ni un céntimo. “¿No te gustaría cobrar un porcentaje de los traspasos?”, le preguntaron. “No pasará nunca -dijo- si eso ocurriera, los futbolistas se tirarían toda su carrera cambiando de equipo”.

Boda y flechazo. Se casó con Betty Valance, la hija de su entrenador en el Stoke. A los 52 años, en un viaje a Checoslovaquia, se enamoró de la intérprete, Mila, una espía comunista. Se trasladó cerca suyo y vivieron muchos años en Malta, antes de regresar al Reino Unido a pasar sus últimos años. Matthews murió meses después del fallecimiento de su Mila. Más de 100.000 personas salieron a la calle a despedirle. Se leyeron cartas de condolencia de la Reina y del Primer Ministro.

Ídolo. Fue el más grande, admite Gordon Banks. Pelé dijo que fue el hombre “que nos enseñó el modo como debía jugarse al fútbol”. Stanley se ruborizaría al escucharlo. Todo lo que quería era “un balón y una taza de té”. En noviembre del año pasado, la medalla que recibió en aquella final recaudó en una subasta 250.000 euros. Un récord. Una semana del sueldo de Cristiano Ronaldo (más o menos), el último ganador del Balón de Oro.