Es evidente que el Madrid no está teniendo suerte con las lesiones. Sobre todo en el centro del campo. Pero esta acumulación de bajas sería un desastre que podría hipotecar gravemente la temporada si el club blanco no se hubiera preparado. La duración de la lesión de Modric ya alertó a los responsables merengues sobre la conveniencia de comprar a un jugador para esa zona del campo y resulta ahora que el fichaje de Lucas Silva va a ser útil antes de lo previsto. No se podrá acusar al Madrid de no saber planificar porque el club supo aprovechar esta ocasión sin gastar mucho.

El brasileño tiene dos ventajas. Primero, dado su edad (22 años la semana que viene), es un fichaje para el futuro. Pero su recorrido en la liga de su país y la experiencia que ya ha adquirido permiten que Ancelotti pueda utilizarle cuando sea necesario. Debido a las circunstancias adversas por las que atraviesa el equipo blanco, el futuro es ahora y si el técnico italiano ha dado su consentimiento para la llegada de este mediocentro (y si ya entra en las convocatorias) es porque considera que es apto para el servicio. Además, viendo los enormes problemas que tiene el Madrid a la hora de recuperar la pelota, quizás veamos pronto a Lucas Silva como una buena alternativa, más allá de la urgencia.