El Madrid corrió poco ante el Atlético

El Madrid corrió bastante menos que el Atlético en el partido del sábado, según datos que publicamos hoy. Solemos decir que al fútbol se juega, no se corre. Quedamos para jugar al fútbol, no para correr. El juego está primero, es lo principal. Eso es así. Pero conviene, además de jugar, correr, para desmarcarse, para obstaculizar, para acudir en ayuda de un compañero, para estar donde hace falta. Andando se puede dar la vuelta al mundo, pero no se puede ganar un partido de fútbol. El Madrid corrió poco ante el Atlético. Lo mismo le había pasado ante el Valencia. Y ambos partidos los perdió.

El Madrid falló en organización, el mismo Ancelotti lo reconoció. Estaba mal estructurado. Pero además pecó de abulia. El Atlético ganó todos los balones divididos, sus jugadores estuvieron en más sitios durante más tiempo y acudieron a las disputas con más energía. Más allá del problema de la falta de Modric, que se acusó bastante, y del descoloque que produce el 4-3-3 con los tres de arriba desentendidos (cuestión también de correr más hacia atrás) el Madrid es otro desde que empezó el año. Conseguidos el Mundialito y el Balón de Oro de Cristiano ha habido un bajón general.

También hay fatiga, claro, por un abuso de los titulares que ya se venía observando y que se ha traducido en algunas lesiones. Pero el cansancio se supera con motivación, se acentúa cuando se esgrime como argumento y excusa. Ya dijo alguien que ‘no es lo mismo sentirse cansado que estar cansado’. El Madrid empezó el año 2015 como cansado de fútbol, ahíto de títulos, con pereza para perseguir horizontes que ya ha alcanzado. Es difícil hacer la guerra después de haberla ganado, pero esta del fútbol es una guerra continua, sin fin, en la que a camarón que se duerme se lo lleva la corriente.