P. P. San Martín

Illarra en un 4-3-3 no negociable

Dice Ancelotti que “este debe ser un partido para el Madrid, respetando al Depor”. Obvio, si vemos que los de Riazor sólo han ganado fuera a Eibar y Rayo, aunque precisamente esta fue su última salida. Y que además apenas han marcado seis goles en diez partidos de visitante. Los datos son pobres, pero también fue pobre la reciente imagen del Madrid con una actuación caótica en el Calderón. Llega la hora de imponer seriedad y equilibrio y Ancelotti confía en Illarra, manteniendo su apuesta firme e innegociable por el 4-3-3.

Un esquema discutible cuando el enemigo aprieta como el Atlético, aunque menos reprochable si el rival parece tan frágil como el Depor. La cuestión es si el 4-3-3 con Isco y sin James ha de ser puro o el malagueño debe dar un paso adelante, dejando a Kroos e Illarra que le guarden la espalda. Illarra tiene otra oportunidad, en ausencia del colombiano, para aprobar un examen que empieza a sonar a definitivo. El Depor no da aspecto de apretar lo suficiente para amargar en defensa al Madrid, por lo que incluir a Isco como una cuña en la BBC garantizaría jugadas de gol y el ansiado equilibrio que no se vio en el Calderón.