Durante muchos años, el Mundial de Superbike fue para mí como una especie de frustración. No acertaba a entender cómo era posible que, siendo España una potencia del motociclismo de velocidad, no tuviéramos ningún campeón en esta modalidad. Por fortuna, el gran Carlos Checa me quitó ese peso de encima en 2011 con su histórico título, aprobando una asignatura pendiente desde largo tiempo atrás. Sin embargo, desde entonces no hemos vuelto a levantar cabeza, la verdad… Checa no pudo defender su corona y a continuación vino su ocaso deportivo, sin que otro piloto nacional haya sido hasta ahora capaz de tomar el relevo como referente español en el certamen destinado a las motos derivadas de serie. ¿Será la nueva temporada la del cambio de tendencia?

El Mundial 2015 pinta mejor por cantidad y calidad de españoles. Media docena de ellos, incluyendo dos campeones del mundo como Toni Elías y Nico Terol. Nunca antes había habido tantos compartiendo ese pasaporte ni de semejante relumbrón, así que toca ser optimistas y pensar que nos puedan dar mayores satisfacciones de las que hemos disfrutado en el último trienio. Quizá no sea aún el momento de que llegue el segundo entorchado, lo importante es que los recién aterrizados tomen posiciones, demuestren su capacidad y se hagan acreedores del mejor material posible para que el año que viene sí puedan estar en disposición de ser ambiciosos al máximo. Tengo mucha curiosidad por comprobar la evolución de Terol y también de Jordi Torres, que acaban de salir del Mundial de Moto2 y creo que con potencial para dar guerra en las SBK. Desde el domingo que viene iremos despejando incógnitas…