Con la BBC y el 4-3-3 ante el Schalke

Un Madrid con aire todavía convaleciente se presenta esta noche en Gelsenkirchen, ante el Schalke. Aún le faltan jugadores importantes: Sergio Ramos, Modric y James, y ya veremos si Pepe, pero sobre todo le falta seguridad en sí mismo. Esa seguridad arrolladora con la que encadenó victorias que incluso le permitieron pensar en un récord Guinness. Primero, con Modric y buen juego. Luego, sin él, pero con una seguridad defensiva (con la pareja titular de centrales imponente) y una contundencia en ataque (con Cristiano Ronaldo desatado) que le bastaba. Pero ahora todo eso no está.

Por eso se acentúan las dudas sobre el sistema, ese 4-3-3, pie forzado para Ancelotti, que no se ve capaz de prescindir de ninguno de sus tres atacantes. Magníficos hacia arriba, pero renuentes a bajar. ‘Jugadores río’, se decía antes, porque van y no vuelven. La media de tres se siente débil a veces, no se atreve a presionar arriba por no quedar desairada ante la superioridad numérica, recula, y el Madrid se alarga, le da el campo al rival y se planta en la frontal del área hasta donde el contrario llega sin mayor esfuerzo. Y ahí, el que más pueda. Según ante qué equipos, eso puede terminar mal.

La cuestión, decía Valdano en Carrusel, es saber hasta qué nivel de equipo el Madrid puede jugar así. En realidad, el Madrid tiene que ganar diez o doce partidos al año, porque los demás se ganan solos, como estamos viendo. Ya hemos visto que con este modelo no ha podido en varios intentos con el Atlético, incluso ha llegado a ser goleado. Y cayó en Valencia. Ganó al Barça pero cuando este aún andaba confuso. La duda es si el Schalke está por encima o por debajo de la línea crítica. El año pasado, el Madrid ganó allí 1-6, magnífico precedente, pero ahora no es el mismo. Y Cristiano, tampoco.