P. P. San Martín

Isco tiene que poner la música

El Chelsea ganó al Schalke por 0-5 en la fase de grupos. Un resultado que daría una pista sobre la fragilidad de los alemanes cuando se miden a un equipo netamente superior. Hay más datos que provocan la esperanza de que el Madrid firme hoy otro gran resultado, similar al del año pasado: el Schalke sólo marcó nueve goles en esta liguilla previa, mientras que recibió nada menos que catorce. En realidad, sólo ganó al Maribor (0-1), y con dificultades al Sporting Portugal en casa (4-3). Datos para entender que al Madrid se le abre un buen horizonte en este primer round, siempre que no pierda la concentración y el hambre por renovar el título de Champions. Porque, mucho ojo, en la Bundesliga de once encuentros en casa apenas ha perdido uno.

Ante este balance algo indefinido sobre la resistencia del Schalke, al Madrid no le queda otra receta que salir a mandar en el campo. Y sólo lo puede hacer apoyado en el momento dulce de Isco y en la autoridad de Kroos, seguramente crecido por jugar en su tierra. En plazas como esta es donde tiene oportunidad de consagrarse una perla como Isco, ejerciendo no sólo de buen futbolista sino mostrando desparpajo para echarse el equipo a la espalda. Su figura asoma en el naufragio general del Madrid, por lo que está obligado en Alemania a poner la música del baile. Y encontrará en Kroos a un socio perfecto, metido en faena con buen conocimiento del terreno. El Schalke tendrá pánico a Cristiano, a Benzema y Bale, pero la auténtica bala de plata se llama Isco.