Con los triunfos llegan los privilegios

Luis Enrique no quiere bajar la guardia visto el actual rendimiento de su plantilla. Su cultura futbolística y de vestuario le llevan a entender que cualquier despiste te puede acabar costando muy caro. Por eso siempre exige. Marcó terreno con los suyos nada más comenzar la presente aventura, aunque, eso sí “negociando todo con la plantilla”. La exigencia del principio se ha ido modelando a las necesidades del equipo y ahora las cosas están saliendo bien, tras varias semanas en la que todo fue cuestionado.

El entrenador habla más bien poco con sus futbolistas, pero los interlocutores entre el asturiano y la plantilla hacen que la comunicación sea más bien fluida y ahora los jugadores van recibiendo permisos que hace apenas un mes parecían imposibles. Eso sí, que nadie piense que a Luis Enrique se le escapará de las manos: está todo controlado.

Desde las Navidades a estas fechas, el grupo ha comprobado que ante las semanas con un solo compromiso, los descansos son más prolongados e incluso, Leo Messi, tras solicitar de manera excepcional un permiso para no acudir a una sesión (la recuperó ayer tras ir a la Ciutat Esportiva donde practicó durante cerca de dos horas), pudo disfrutar de un día más de descanso que el resto y lo disfrutó justo en Andorra, donde se lo pasó en grande con su pareja e hijo. Neymar, sin ir más lejos, está teniendo recompensa a su gran temporada y visitó el carnaval de Sitges junto con Dani Alves y ambos acudieron el pasado lunes al concierto de Katy Perry.

Redes sociales. Fue otro de los puntos que se negoció a principio de temporada. El técnico, que tiene cuenta activa en Twitter, habló con el vestuario del uso de las redes (mayormente manejadas por empresas contratadas por los jugadores o sus agentes) y el resultado es que ningún futbolista se vio metido en un follón de consideraciones. Y eso le gusta a Luis Enrique, un entrenador exigente al que le gusta tenerlo todo controlado. Y todo es todo.