Hoy habrá un futbolista muy pendiente del Atleti-Almería a 3.474 kilómetros de Madrid. José Galán (León, 1986) o El Magallanes del fútbol. Un mediocentro organizador cuyo camino partió de las canteras de los dos equipos que hoy se miden en el Calderón y que pasó por Tailandia, Indonesia o Austria antes de recalar en el Shabad Al Ordon de la Primera jordana, “un oasis de tranquilidad” en frontera con la guerra. “Si ves el mapa, es verdad que impresiona. Siria. Irak... Pero Jordania es muy occidental y tranquilo”.

Galán cuenta que hay mucho contraste entre la parte Oeste, donde vive, la occidental, de la Este, la más islámica. Pero que peligro ninguno. Cero. “Lo más impresionante que he vivido al respecto fue en los días posteriores al asesinado del piloto jordano Moaz al Kasasbeh, que Isis quemó vivo: vimos pasar cazas a Siria mientras entrenábamos. Y es brutal. Cómo rugen. No los ves ya, pero sigues escuchándolos”. Como el sonido de un trueno tras un relámpago que deja el cielo en blanco. Pero es lo único. Insiste. Su vida en Jordania es tranquila. Pasa los días entrenando, jugando a pin-pon y viendo la Liga en Bein Sport.

Y el de hoy no se lo pierde. Es más que un partido: Galán jugó en la cantera del Atlético de 2004 a 2007 y en la del Almería de 2007 a 2010. “Son los dos equipos que más han marcado mi carrera. Donde más aprendí. De donde más amigos conservo”. Uno de ellos, Espinosa, de su etapa en el Juvenil del Atleti, vuelve a ser su compañero allí. “Ha sido increíble volver a encontrarnos. Somos tres españoles aquí: Denis, él y yo”. Los tres que se juntan para ver la Liga, pero no los únicos... “Aquí la dan todos los bares. Es increíble la afición que hay. Del Atleti adoran a Arda, Torres y Simeone”, dice y cuenta cómo le enorgullece ver triunfar a Mario, compañero en el Juvenil: “Ha crecido muchísimo. Tácticamente es muy importante. Hace el fútbol fácil. Mira, el otro día, estábamos viendo al Atleti y le dije a un compañero del equipo: ‘Mira, yo jugué con ése’. Alucinó”. Mario, un recuerdo rojiblanco de una vida en rojiblanco. “Parece que me viene de serie”, ríe. Lo vistió en el Atleti, en el Almería y ahora en Jordania. Eso sí, hoy con el que irá será con el andaluz: “Es que quiero que el Almería se salve...”.