No fue tan fácil como parece

Objetivo cumplido. El Madrid está en semifinales y nadie se habrá hecho millonario por apostar a favor del equipo de Pablo Laso. En la Copa es difícil que salte la liebre en el cruce de cuartos. Los grandes saben que un error se paga caro, y aquí no se regalan ni las buenas tardes. Aún así, el CAI supo aprovecharse del inevitable relajamiento inicial del actual campeón para tener en vilo durante 23 minutos a los aficionados merengues. Cuando el marcador electrónico del Gran Canaria Arena reflejaba un 39-46, en las redes sociales la gente que estaba trabajando y no podía ver el partido pensaba que se trataba de una broma organizada...

Pero era verdad, como la vida misma. Los problemas en el juego interior del Madrid, con Mejri descartado, Bourousis desaparecido en combate y Ayón empeñado en dar una de cal y otra de arena, obligaban de nuevo al abuelo Reyes a hacer horas extras para evitar más sangría bajo los aros. Hierrezuelo le cargó la cuarta al capitán y varias técnicas a los blancos hicieron pensar en un sorpresón. Pero Maciulis funcionó de cuatro, Rudy Fernández y Carroll sacaron su fusil desde la línea de tres, y después de un parcial de 15-0 el CAI se rindió. Esta Copa promete.