Hezonja, una bestia anda suelta

Mario Hezonja empezó la tarde del sábado sentado con sus compañeros en el hotel Santa Catalina viendo al Barça de fútbol, pero se levantó pronto. No jugaba su amigo Rakitic y no había nada bueno que ver. Luego, después de fundir al Unicaja, la terminó bromeando con Xavi Pascual, el técnico que, además de llevar 18 finales nacionales consecutivas, intenta domar un carácter que ya alternaba con profesionales en Dubrovnik­ a los 13 años y debutó con el KK Zagreb con 16. Le asustan pocas cosas. “En la pista yo no respeto a nadie. Siempre he escuchado que si huelen la sangre serás devorado”. Dicen que hace años que no sale un alero similar en Europa, que estará en el Top-10 del próximo draft y que el Barça no tiene muchas posibilidades de mantenerlo en la plantilla.

Las últimas apariciones deslumbrantes que se recuerdan en la Copa son Gasol (2001) y Rudy (2004). Tal vez Hezonja aún no esté en ese nivel, aunque ya haya hasta debutado en una Copa del Mundo, pero no hay ojeador que no haya venido a verlo. Cuentan que las chicas tampoco se le resisten y, por lo que parece, autoestima no le falta: “En Zagreb me decían La Bestia. Creo que con eso queda todo dicho”. Está ante un gran día.