Nadie duda de que la pareja formada por Pepe y Ramos es inigualable cuando ambos están en plenitud. Además, el Madrid tiene la fortuna de contar también con Varane, un magnífico futbolista de brillante presente y mejor futuro, llamado a ocupar el trono que hoy ocupan sus compañeros en próximas temporadas. Incluso Nacho da un rendimiento excelente cada vez que le toca jugar. Pero es cierto que el equipo ha notado la ausencia de los dos al mismo tiempo. Ambos tiene la extraordinaria capacidad de hacer mejores a sus compañeros y cuando Pepe ha vuelto de la lesión, su influencia en el equipo ha sido total. Varane ha subido su rendimiento con él al lado, se siente más confiado y seguro.

Pero su influencia no acaba ahí. También afecta al centro del campo, ya que abarca tanto que provoca que Kroos, por ejemplo, tenga que hacer menos trabajo sucio y emplearse más a fondo en lo que mejor maneja, la creación. Pepe está pletórico, físicamente es un portento, su nivel de concentración es altísimo y su salida de balón es buena en corto y en largo, algo que no se le valora demasiado, pero que es muy importante para la gestación de la jugada. A falta de recuperar a gente como Ramos, Modric y James, parece que el Madrid va encontrando de nuevo el camino del buen fútbol en el momento clave de la temporada.