Tercera noche de Alonso hospitalizado. Su accidente no ha debido ser una insignificancia, como se quiso transmitir en un primer momento, seguramente con la intención de tranquilizar a la opinión pública. Lo importante es que parece que sigue ingresado únicamente por precaución, que su evolución es positiva y que quizá hoy mismo sea dado de alta. Ahora queda esperar que su recuperación sea total para la primera carrera del Mundial (Australia, 15 de marzo), porque parece muy poco probable que pueda estar en los últimos test de pretemporada que arrancan mañana de nuevo en Montmeló.

Superado, al menos así parece, el susto inicial hay que asumir que lo ocurrido es un nuevo y serio traspié para el incipiente proyecto de McLaren Honda. El coche ha rodado poco y el asturiano lo hará aún menos si se ausenta de estos entrenamientos, así que llegarán en una situación precaria a ese gran premio inaugural. Y ya sabemos lo que ocurre en estos casos: toca ir a remolque y subsanar ya en plena competición las carencias que se han detectado hasta entonces. Mal asunto...