Cuando el verano pasado la Juventus dejó libre a Immobile para irse al Borussia Dortmund y fichó del Madrid a Morata, muchos se preguntaban por qué el club de Turín prefería un nuevo extranjero, con todas sus incógnitas, a un italiano que ya conocía la liga, a los compañeros y a los rivales. El destino, por primera vez, puso delante a Immobile con la camiseta del Borussia y a Morata con la de la Juventus en el mismo partido. Y al final, nadie tenía dudas: la Juve y su director general, Marotta, habían acertado con la decisión.

Como tituló La Gazzetta ayer, la Juve se ha enamorado de este chaval de 22 años que ha conquistado no sólo a los aficionados sino a los grandes delanteros del pasado como Paolo Rossi, campeón del mundo con Italia en 1982. Él aseguró que Morata podría ser el nuevo Raúl. Ahora, con sus seis goles en la liga y su primer tanto en la Champions, el madrileño es el símbolo de la nueva Juventus y una esperanza para un futuro europeo. Ojalá que el Madrid no quiera que vuelva...