Vitolo e Iborra, los sueños Rojos

Toni Grande se ha asomado con frecuencia a Sevilla en las últimas semanas. Hace dos jueves bajó a Nervión para ver el Sevilla-Moenchengladbach y antes estuvo en Getafe y el Bernabéu. Vitolo e Iborra suenan y fuerte para la Selección. El primero es un talento que, a las viejas virtudes de la escuela canaria, finura, talento y buen toque, añade una zancada descomunal. Vitolo no parece hacer ningún esfuerzo agónico cuando arranca, pero es incontenible. Su gol el pasado jueves en el Borussia Park, 55 metros memorables, le pone en el escaparate. Desde que llegó a Sevilla en el verano de 2013 ha conseguido todo lo que se ha propuesto..., menos cambiarse el nombre. Quiso al llegar que le conociesen como Víctor Machín, pero se quedó en Vitolo.

Iborra crece a golpe de iniciativa de Emery, que ha descubierto en su físico un factor de desequilibrio en la llegada. Pongan a lo Fellaini en el Everton de Moyes. Iborra, con más defectos en la construcción y el juego posicional, es devastador pisando el área. Jugó muy bien en el Bernabéu y ha marcado en Liga y Europa en las últimas semanas. Esto, la capacidad de mejorar a futbolistas e incorporarles nuevos registros, es lo que valoran el vestuario y el club de Emery, que hace dos años se inventó a Alberto Moreno, interior desde siempre, de lateral. Con él, llegó la llamada de Del Bosque. Ahora, Vitolo e Iborra. Pero antes que todo va el Sevilla, que ya duda entre esprintar en la Liga o poner todas las fichas a la ruleta europea. El campeón en Varsovia va a la Champions...