El momento de Suárez

Lo peor de la siesta es la pesadilla. En ese estado de vigilia tonta vivió el Barça la modorra de la primera hora de la tarde en Granada. Al final, como dijo Marcos López en Carrusel, fue el gran momento de Luis Suárez el que salvó al Barça de las consecuencias de su holgazanería. Suárez y Bravo fueron los que salvaron el resplandor de la camiseta, pues Messi hizo lo preciso y abundó en lo impreciso. Mi otro oráculo de Carrusel, el veterano Luis Suárez, dijo que era un cuento eso de que a las cuatro todos los gatos son pardos para el fútbol del Barça, pues los de su quinta jugaron siempre a esa hora y esa es una hora muy futbolística.

Lo que le pasó al Barcelona es que se plantó sin ganas en un partido que tampoco quería jugar, con la vista puesta aún en el resplandor de la primera mitad de Manchester. Así que el partido se le convirtió en una pesadilla de la que lo rescató Suárez, el único que parecía despierto.