El Villarreal le hizo un roto al Madrid

El Villarreal aprieta la cabeza de la Liga con un empate merecido en el Bernabéu, tras un partido entre académico y agónico, según fases, y con un final galopante en el que lució su portero, Sergio Asenjo, cuando el Madrid volcó por fin el campo sobre su portería. Pero eso fue sólo al final. Durante la primera parte, el Madrid atacó sin pasión ni optimismo a un Villarreal bien colocado, que cerraba los pases interiores, muy agrupado, y salía de cuando en cuando, muy agrupado también. Y llegaba amenazadoramente. La mejor parada en esa fase la hizo Casillas, seguida de un despeje en la raya de Carvajal.

El Madrid salió con más brío en la segunda mitad y una melonada de Bailly, con un penalti estrepitoso sobre Cristiano, permitió a este abrir el marcador. Fue una buena fase para el líder, con llegadas frecuentes que parecían augurar un triunfo claro. Pero Marcelino, que había reservado muchos titulares para este partido, mejoró el equipo con los cambios, particularmente con Vietto, cuya salida fue fulgurante. Frenó al Madrid, lanzó a los suyos y estuvo en la jugada del empate. Luego, el Villarreal se sostuvo bien en el campo, controlando la situación hasta el final, cuando el Madrid se desbocó.

Fue hermoso el final, aunque no lo coronara el gol. Ese Madrid enrabietado, que se resiste al fracaso, viene del fondo de los tiempos y es muy grato al Bernabéu. Pero hubo justicia en el empate, por el buen juego del Villarreal, equipo que lleva años honrando nuestro fútbol por su estilo. Vivo en Europa y en la Copa, tiró de reservas en el Bernabéu y salió con un empate que pone al Barça a tiro del partido del Camp Nou. En cuanto al Madrid, habrá que decir ya que de Lucas Silva se espera más. En noches como la de ayer no basta con jugar a no perderla. Si sigue así le va a costar ser innegociable.