En velocidad de crucero

El Valencia pasó su peor momento en el periodo entre la eliminación copera y la derrota en Liga en Málaga. Incluso antes de caer eliminado en Copa empató en Vigo en un partido de los muchos que ha jugado el equipo esta temporada donde el resultado fue mejor que la impresión. En medio del periodo referido, se le ganó raquíticamente al Almería y bien ganado al Sevilla, para terminar recibiendo otro jarro de agua fría en Málaga. Esos fueron malos momentos; en los que Nuno echó un pulso (post- Almería) para tener el poder de decisión en los fichajes. Quiso traer alguno, lo intentaron, pero no vino ninguno. Nuno perdió ese pulso o al menos no lo ganó, también producto de la imagen del equipo que no llenaba y sus dudas en la búsqueda de diferentes sistemas.

Fuera de casa el equipo flaqueaba sumando sólo la mitad de los puntos, pero logró dos victorias seguidas tras Málaga (Español y Córdoba) y ahí cimentó una velocidad de crucero que con la seguridad de Mestalla (34 de 39) lo hacen ahora un equipo fiable. Si poco a poco se libera de sus auto-ataduras con Rodrigo y Enzo y no marea con los sistemas, el Valencia no debería perder su plaza de Champions y aún más estando descansado, fuera de la Copa y de Europa. Son ventajas, junto a su plantillón que debe aprovechar un Nuno que, no olvidemos, está en fase de aprendizaje de llevar un grande. No haciendo cosas raras ya es mucho; tanto como que es el mejor Valencia en la jornada 25.