Los vídeos y Uche para el 2-0 sanador

Ayer, alguien preguntó a Marcelino si esperaba muchos goles, casi le da algo. “Estaríamos jodidos”, dijo. Es el escenario opuesto con el que sueña el Villarreal. Pese a la ida (3-1), no se volverá loco y jugará a lo que sabe. La identidad del rival pesa. Por eso, lo primero será sujetarle. Y luego, sorprenderle. Por este orden. Que nadie espere tres delanteros, cambio de sistema o un Madrigal en llamas. El Villarreal no tiene un plantel para intimidar (mucho bajito) ni arrollar a la inglesa (un gol de cabeza). El 2-0 es complicado, pero es el resultado más realista que se maneja para alcanzar la final. Y, siendo una sorpresa, es posible. El Barça se ha quedado sin mojar esta temporada en cinco partidos. Y tres han sido fuera. Repasar los vídeos de los últimos Málaga-Barça habrá servido a muchos.

Lo complejo vendrá si Messi se inquieta y hace gol. Ahí sí que el Villarreal se deberá tirar al monte a por la prórroga por la vía de la épica. Primero en ataque y luego en defensa. Por este orden. Y, aunque no es lo suyo, también podría hacerlo. En 10 partidos este curso el Submarino ha hecho tres goles o más. Los necesarios. De ellos, siete ante su afición. Si aun así, todavía falta fe, que el equipo se aferre a Uche: el único titular que ya tumbó al Barça. Lograr la proeza sería muy justo para el Villarreal y para Vila-real. El fútbol le debe al proyecto Roig una final de Champions (2006) y dos de la Europa League (2004 y 2011) al caer en semifinales. También sería bonito por Marcelino, líder de este resurgir, que casi llega a una final con el Racing. El Barça ya tendrá muchas por delante.