Valverde se merecía un triunfo así

Se plantó el Athletic en Cornellà decidido a noquear al Espanyol desde el inicio tras haberle perdonado la vida en Bilbao. Y lo hizo con tal decisión y empaque que los pericos metieron la cabeza bajo el ala. Más allá del golazo del letal Aduriz y, de la enésima acción de estrategia que acaba en la red, esta vez de Etxeita, los leones entraron en la final dando un baño porque tienen un pedazo de entrenador en el banquillo, un Valverde al que curiosamente se veía fuera hasta ayer. Se verá cuando termine la temporada y sin que se arme una revolución. Hay aficionados del Athletic que han perdido el rumbo, quizás porque se han olvidado de la Champions y de lo que cuesta triunfar con esta filosofía. Urrutia ya tiene deberes cuando coja la presidencia: convencerle, saque la gabarra o no, de que aún debe aportar mucho a su club del alma. Txingurri se merecía un triunfo así.

Tiene gran mérito que con su reducido mercado y la pérdida de estrellas que ha sufrido, el club sume en este siglo tres finales de Copa (manda bemoles que todas contra el Barça), una de Europa League y un pase de Champions. Merece sumar un título por único. Se desata la euforia en Bilbao, con la gente reservando hoteles por todas partes. Un aplauso al Espanyol por su gran Copa.