Interesante partido en San Mamés, con un Athletic que se ha venido arriba tras su victoria en Cornellà. Tras el de San Mamés ante el Nápoles, que le clasificó para la Champions, no había vuelto a vivir el Athletic un alegrón gordo en la temporada. Incluso se pensó que la euforia que desató aquella victoria sobre el Nápoles creó una sensación de tal plenitud que resultó negativa, porque con aquel partido no había terminado nada, sino que empezaba todo. Y empezó mal. Ahora el Athletic se ha metido en una final, ‘su’ final, y recobra el optimismo. El ánimo ante el partido de hoy es formidable.

Hay decepción con el Madrid por no ceder el Bernabéu y eso flotará en el ambiente. Por capacidad, por tradición y por sencillez de desplazamiento, el Athletic hubiera preferido con mucho el Bernabéu para este partido. No podrá ser, ya volveré sobre el tema, y eso crea distancia institucional entre los dos clubes y le dará un punto ambiental al partido. Por lo demás, el Athletic lo afronta con un boquete en la zona angular del sistema defensivo, porque le faltan San José, Laporte e Iturraspe, los dos centrales y el pivote. Mucho agujero a cubrir. A cambio, Adúriz confirma en cada partido su tremenda valía.

El Madrid llega a San Mamés con 39 goles marcados en 13 salidas, de los cuales 15 corresponden a Cristiano. Son números de récord histórico absoluto a estas alturas. Ancelotti confesó ayer que tiene una duda, la de ese puesto en la media que se le ha quedado flojo desde que no están ni Modric ni James. Lucas Silva no convence, Illarra no convenció, Khedira está con un pie en el estribo para marcharse. El Madrid ya concede mucho descolgando arriba a sus tres lujosos delanteros como para encima dar ventajas en el trío de la media, que suele verse en inferioridad. Me intriga saber qué decide Ancelotti.