¿Aún hay utopías en el fútbol?

Locos. Ilusos. Son algunos de los calificativos que quienes creen en la machada tienen que escuchar y si uno mira a cómo se cotiza una hipotética victoria del Rayo en el Camp Nou alcanzaría a pensar que esos adjetivos se quedan cortos. Las casas de apuestas pagan desde 26 hasta 34 euros por uno jugado el triunfo de los de Paco. Que nadie se lleve a engaño, la tarea es compleja pero, ¿es imposible? ¿Aún existen quimeras en el fútbol? Mejor sonar utópico que pecar de soberbio. Camisetas al margen, anoche la mayoría daba ya por hecho el asalto al liderato del Barcelona y sólo debatía sobre cuántos goles iba a encajar Cristian Álvarez. Algunos olvidaban que había un rival y un partido pendientes. A veces quien más inofensivo parece, más peligro genera. No se fíen.

Los franjirrojos viajaron con la clara consigna de disfrutar y con ese estilo tan característico como único equipaje. Celta y Málaga habían demostrado que las verdades absolutas pueden convertirse en relativas. Podríamos remontarnos a la temporada 1999-00. Entonces, un doblete de Bolo atragantó la Liga al Barça y firmó una página histórica, hasta ahora inalcanzable. Pero si alguien es capaz de lo imposible es Paco, que tiene asumida su etiqueta de temerario cuando llega un encuentro de estas características. Enfermería o puerta grande. Posiblemente, Lopetegui, Cota, Bolo, Cembranos... también escucharon en su día que no serían capaces de vencer, pero no hay mayor gloria que derribar las barreras que los demás construyeron para nosotros.