Alonso debe recuperar el tiempo

En una semana conoceremos al primer ganador de un gran premio en la nueva temporada de F-1. Y ya tenemos una certeza al respecto: no será Fernando Alonso. Una lástima la ausencia del asturiano en la carrera inaugural de Australia, aunque no me cansaré de insistir en que todo lo ocurrido quedará en anécdota cuando su recuperación sea absoluta (proceso en el que el propio piloto asegura encontrarse) y le veamos peleando por los puestos de cabeza. Lo primero se producirá, salvo sorpresa mayúscula, a finales de este mismo mes en Malaisia; para lo segundo, por desgracia, habrá que esperar bastante más. Y es que el arranque de año para el asturiano dista mucho de lo que todos, empezando por él mismo, habríamos deseado cuando abandonaba Ferrari rumbo a McLaren.

Ha sido mala suerte que el peor accidente de su trayectoria deportiva (al menos por la recuperación) se haya producido en un momento tan inoportuno. Porque Alonso siempre es un estímulo para los equipos con los que compite y durante las últimas semanas no ha podido tener la implicación que le hubiera gustado en el desarrollo del MP4-30. Y eso es lo peor del asunto, insisto que asumiendo que la salud del piloto ha dejado de ser ya una preocupación, según nos cuentan. Mucho van a tener que apretar los dientes en Woking para que su monoplaza termine la campaña siendo lo competitivo que se espera de un proyecto de tanta categoría. La pretemporada ha sido frustrante y recuperar el terreno perdido ya metidos en la faena de las competiciones requiere un esfuerzo titánico.